José Luis Fernández Parrilla nace en Málaga (Andalucía, España), un primero de marzo del año 1971. Desde 2017 habita Chiloé.
Sin embargo, Pepcandela, encarnado en la misma persona, nace en Chile, varias décadas después, en una fecha imprecisa, como muchos de los nacimientos artísticos.
Pep llegó a la fotografía de una forma no premeditada. Posiblemente fue la fotografía quien lo encontró a él.
En 2002 comienza a desempeñarse como camarógrafo en una productora audiovisual en Andalucía. Sin ninguna formación formal, en este ámbito, comienza una carrera que se nutre por una recién descubierta pasión por fabricar imágenes y una habilidad personal que ha desarrollado toda su vida: el autodidactismo. Para Pep aprender y crear son dos elementos que le alimentan cada día.
De la creación de imágenes en video llega a la dirección de fotografía, como proceso de crear imágenes videográficas que incorporen más elementos expresivos. De la disciplina del audiovisual desemboca en la fotografía, en principio como forma de documentar hechos y representar su pasión por la naturaleza.
Chiloé lo cautiva y atrapa. Sus paisajes infinitos, mutables, llenos de colores y formas le llevan a la necesidad de encontrar otros modos, que ya no puede ser solo la fotografía en su vertiente documental, porque necesita transmitir la emoción que está delante de su mirada.
En 2017 comienza su andadura como artista a través de un primer proyecto personal “El árbol de mi ventana”, aún no exhibida, desde el que investiga y descubre un paisaje en continua mutación. Su segundo proyecto fotográfico artístico es “Tierra y Mar: el Chiloé de los límites difusos”, estrenado en 2021 de manera virtual, donde indaga y expresa su mirada sobre el maritorio de Chiloé.
En 2022 se estrenan las obras “Chiloé es agua”, una creación artística desde la fotografía pictorialista, que propone una interpretación del territorio de Chiloé desde un elemento que es vida, el agua, en todos sus estados y formas; y la creación fotográfica “Estar allí, vivir acá”, una obra co-creada con Ana Sánchez, su compañera de vida, en la que explican las razones por las que dos andaluces viven en Chiloé, siendo la naturaleza de este lugar del mundo, uno de los temas fundamentales de la obra.
“El bosque invisible”, su quinto proyecto artístico autoral, es un nuevo paso que le permite conocer y divulgar el patrimonio natural de este país que habita: un Chile que, para él, es naturaleza para compartir.