La luz y el agua en su estado gaseoso generan sinfonías continuas en Chiloé. La formas y colores de las nubes, siempre cambiantes, siempre distintas, estimulan la creatividad de los que miramos el cielo de Chiloé.
La técnica utilizada es el uso de un teleobjetivo que nos permite tener una visión muy cercana e inmersiva de la nube.